NBA:¿Sin LeBron? No hay problema, el Miami Heat aún sigue siendo uno de los mejores de la Conferencia Este
¿Acaso había alguna duda? Dwyane Wade ha confirmado oficialmente que renovará su vinculo con el Miami Heat, el equipo con el que debutó profesionalmente en el 2003 y con el que jugó todas y cada una de sus 11 temporadas en la NBA.
No, la incógnita nunca fue si Wade iba a volver al Heat, sino que desde la ida de LeBron James esta era (o es) con que equipo y que expectativas se podría encontrar al toparse con un equipo renovado que ya no cuenta con su máxima estrella, con su mejor amigo.
A diferencia de James, nadie pensaba que Wade en verdad podía llegar a hacer las valijas e irse de Miami, por más que los Chicago Bulls hayan fantaseado con él en algún momento cuando LeBron publicó su carta y Houston parecía el destino certero de Chris Bosh.
Bosh también terminó renovando su contrato, y la llegada de refuerzos sólidos, aunque no despampanantes, le garantiza a Pat Riley, Micky Arison y Erik Spoelstra que la única similitud entre los Cleveland Cavaliers y el Miami Heat es que ambos alguna vez vieron partir al mejor jugador de la última década.
A continuación repasamos cinco razones por las cuales la versión 2014 del Heat no solo no será tan paupérrima como la de los Cavaliers en el 2010 post-LeBron, sino que hasta podría llegar a ser uno de los cinco mejores equipos de la Conferencia Este por sexta temporada consecutiva.
1. Chris Bosh es más de lo que aparenta
Imagínate que tú solías ser el conductor estrella de un programa en una cadena mediana y todos admiraban tu talento, pero que resignaste la posibilidad de ser un pez gordo en una pecera pequeña para ser un actor de reparto en la mejor estación del planeta.
Cuatro años después, esa misma cadena recompensó tu esfuerzo y sacrificio convirtiéndote en el mejor pagado del plantel y poniendo la responsabilidad del éxito del equipo en tus hombros. Los ojos del mundo entero nuevamente están puestos en ti.
Ese es el caso de Bosh y su nuevo contrato por cinco años y 118 millones de dólares, y pueden estar seguros de que estará motivadísimo para demostrarle al mundo que su capacidad para ser el pilar de una franquicia sigue intacto a los 30 años de edad.
2. Dwyane Wade tiene un nuevo propósito
Wade resignó mucho -- su ego, su protagonismo, su equipo -- para ganar dos anillos junto a James durante cuatro años irrepetibles, pero ahora el American Airlines Arena vuelve a ser parte de "Wade County" (el Condado de Wade) una vez más.
Aquellos que creen que Wade está demasiado disminuido, o directamente roto, por sus rodillas maltrechas y por el hecho de que jugó apenas 58 partidos la temporada pasada subestiman a la capacidad de una estrella cuyo lema es "caer siete veces para levantarse ocho más".
Wade ya sabe como sobreponerse a la adversidad, y aunque él ya no sea el jugador que se puso al Heat al hombro y logró ganar 47 juegos durante la temporada 2009-10 con Jermaine O'Neal como principal ayuda, él tampoco se resignará a ver a su equipo derrumbarse mientras LeBron se lleva toda la gloria.
El fuego competitivo de Wade ahora está más vigente que nunca, y vale la pena recordar que él también tuvo el porcentaje de efectividad en tiros de campo más alto de su carrera hasta ahora la temporada pasada con un 54,5 por ciento de intentos encestados.
3. Los refuerzos son importantes
Josh McRoberts no será Pau Gasol, pero eso no quiere decir que el ala-pívot de 27 años proveniente de Charlotte no sea valioso para el Heat. McRoberts no solo hará el trabajo sucio, generando espacios para Bosh y Wade y bajando rebotes, sino que también es un hábil pasador que promedió 4.3 asistencias la temporada pasada.
Danny Granger es un jugador experimentado y valioso para cualquier vestuario, por algo a los Indiana Pacers les agarró el equivalente de un ataque de pánico tras su partida.
Luol Deng no será James, pero pregúntenle a Joakim Noah y Derrick Rose si ellos no desean que él hubiese aceptado la oferta por tres años y 30 millones de parte de los Chicago Bulls. Su defensa será vital para el Heat.
Ellos son la diferencia entre un equipo mediocre que gana 35 partidos y otro que podría llegar a ganar entre 45 y 49 esta temporada.
4. La estabilidad genera resultados
No importa cual sea el deporte, los jugadores y entrenadores van y vienen, pero mientras la franquicia mantenga a sus pilares firmes en su lugar entonces jamás se hundirá hasta el fondo de la tabla.
Los Lakers, Knicks y Cavaliers cambian de entrenador como un bebe cambia de pañales y así les va. Los Clippers no encontraron el éxito hasta que Chris Paul , Doc Rivers y Blake Griffin proveyeron estabilidad.
Miami cuenta con Riley, Spoelstra, Wade y Bosh, y ellos marcan la pauta de una cultura del equipo junto a veteranos recién llegados dispuestos a seguirla, y por eso peleará arriba en el Este por más que no sea un candidato al título.
Para hacer una comparación a otro deporte, Brasil tenía todo el talento del mundo en el Mundial y perdió a su LeBron (Neymar), pero solamente fue humillado por Alemania y Holanda debido a que perdió a su identidad junto a su mejor jugador, y de eso no se vuelve.
5. El Este ha mejorado, pero no intimida
A ver, para todos aquellos que creen que los Cavaliers de los '80, ¿hace falta recordarles que además de LeBron el único miembro del hipotético quinteto titular de Cleveland (Irving, Waiters, James, Thompson, Varejao) el único que ha estado en los playoffs desde el 2010 es Varejao?
Los Washington Wizards han progresado mucho, pero hasta nuevo aviso no parecen estar un escalón por encima de Miami, con Paul Pierce y todo. Lo mismo se puede decir de los Brooklyn Nets.
Los tres que sí parecen estarlo (Indiana, Chicago y Cleveland) no van a arrollar a nadie, eso no es parte de su ADN basquetbolístico.
A priori, y si Granger y Wade se mantienen saludables, Miami tiene razones para pensar que su futuro es mucho más brillante que lo que parecía hace menos de una semana.
Un quinto pasaje consecutivo a las Finales de la NBA podrá no ser un objetivo realista hasta ahora, pero no hay porque pensar que Wade y compañía no pueden dar pelea en una Conferencia Este que se va reconstruyendo.
Por Martín Bater - ESPNDeportes.com